Evangelio jueves 3 de diciembre

Jueves 3 de diciembre de 2020 | Sebastián Castaño

3 de DICIEMBRE del 2020

Evangelio según San Mateo capítulo 7, 21.24 - 27.

Jueves de la Primera Semana de Adviento

San Francisco Javier, presbítero. Memoria obligatoria

Jesús dijo a sus discípulos: No son los que me dicen: 'Señor, Señor', los que entrarán en el Reino de los Cielos, sino los que cumplen la voluntad de mi Padre que está en el cielo. Así, todo el que escucha las palabras que acabo de decir y las pone en práctica, puede compararse a un hombre sensato que edificó su casa sobre roca. Cayeron las lluvias, se precipitaron los torrentes, soplaron los vientos y sacudieron la casa; pero esta no se derrumbó porque estaba construida sobre roca. Al contrario, el que escucha mis palabras y no las practica, puede compararse a un hombre insensato, que edificó su casa sobre arena. Cayeron las lluvias, se precipitaron los torrentes, soplaron los vientos y sacudieron la casa: esta se derrumbó, y su ruina fue grande".

Meditación de Sebastián Castaño Fueyo

No son los que me dicen: 'Señor, Señor', los que entrarán en el Reino de los Cielos, sino los que cumplen la voluntad de mi Padre que está en el cielo.

Jesús parece decirme en este evangelio: el camino de la fe no es sencillo. Tu vida estará constantemente sometida a oleaje y vientos que te pondrán a prueba... y que te arrastrarán si tu voluntad no está firmemente anclada en la roca de mi Palabra de manera que tus acciones, vayan cumpliendo la voluntad de mi Padre. Estás llamado a construir desde el amor a Dios y a tu prójimo, llevando con alegría una vida coherente con la fe que profesas. Ten confianza y no te desanimes porque Yo estaré contigo cada vez que caigas.

El mensaje de este evangelio es directo y concreto, sin embargo, en el fondo me recuerda que debemos buscar cumplir la voluntad del Padre. Reconozco que el ejercicio consciente de oración y de compartir con Jesús mi día a día, mis proyectos, mi familia y mi matrimonio es fundamental para ir descubriendo la voluntad del Padre a medida que avanzo por la vida que está llena de vientos y oleaje que me pueden arrastrar y alejar del camino que Dios quiere para mí. ¿estoy haciendo verdadera oración para discernir mis caminos? ¿trabajo conscientemente y rezo para corregir mis debilidades?

Querido Jesús, quiero estar más cerca de ti y lograr escucharte mejor, en silencio. Fortalece Señor mi voluntad para mantenerme firme en la fe y para vivir como tú quieres de mí, sin alejarme arrastrado por los torrentes de este mundo. Ayúdame a salir al encuentro de los demás, especialmente de los que necesitan ayuda, con alegría y confianza, y que mi fe se traduzca en obras. Gracias querido Jesús por tu fidelidad y misericordia. Querida Virgen María llévame más cerca de Jesús.

AMEN

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