Evangelio lunes 23 de enero

Domingo 22 de enero de 2023 | Bernardita Marín Paul

23 DE ENERO DEL 2023

Evangelio según San Marcos capítulo 3, 22 - 30

Lunes de la Tercera Semana del Tiempo Ordinario

Los escribas que habían venido de Jerusalén decían: "Está poseído por Belzebul y expulsa a los demonios por el poder del Príncipe de los Demonios". Jesús los llamó y por medio de comparaciones les explicó: "¿Cómo Satanás va a expulsar a Satanás? Un reino donde hay luchas internas no puede subsistir. Y una familia dividida tampoco puede subsistir.
Por lo tanto, si Satanás se dividió, levantándose contra sí mismo, ya no puede subsistir, sino que ha llegado a su fin. Pero nadie puede entrar en la casa de un hombre fuerte y saquear sus bienes, si primero no lo ata. Sólo así podrá saquear la casa. Les aseguro que todo será perdonado a los hombres: todos los pecados y cualquier blasfemia que profieran.
Pero el que blasfeme contra el Espíritu Santo, no tendrá perdón jamás: es culpable de pecado para siempre". Jesús dijo esto porque ellos decían: "Está poseído por un espíritu impuro".

Meditación de Bernardita Marín Paul.

"Nadie puede entrar en la casa de un hombre fuerte y saquear sus bienes, si primero no lo ata."

Creo que el Señor me quiere decir: me muestra como mantener mi unidad, mi fuerza que viene desde mi centro y me hace única, capaz, alegre, humilde y con una capacidad grande de amar y darse por el bien de los demás. ¿Cuándo me dejo atar o esclavizar? creo que lo hago, cuando me centro en mi misma, pensando que soy prioridad y dando paso a la angustia por la frustración, porque nadie esta antes que otro o antes que Dios. Somos unidad con Él y si no es así, entra la división, desconfianza, ambigüedad, falta de certezas, la armonia se quebranta y el mal toma posesión.

Cuanto sentido encuentro en estas palabras, personalmente percibo cuando dejo entrar en mi la división del espíritu. Es muy patente en el ser humano, esta búsqueda, que a pesar de venir de Dios, debemos estar permanentemente enderezando el camino, buscando la unidad con el Espíritu de Dios, que es quien nos trae la paz. En mi caso, este me da lo que necesito para la plenitud y me aleja del egocentrismo, del temor y la rabia, que son expresiones del mal.

Señor que reine en mi la unidad, que en mi centro estes siempre Tu y el amor que desbordas. La vida no tiene sentido si no es para crecer en generosidad para el otro, en ayuda constante, haciendo el bien donde pueda. Dame la fuerza para lograr estar de pie, cuando se necesita. Dame el carácter pacífico y bondadoso que tú tienes. Que yo no sea nunca jamás, motivo de perturbación o división en el espíritu de alguien. Que así sea mi Señor.

AMÉN

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