Evangelio martes 9 de agosto

Martes 9 de agosto de 2022 | Juan Francisco Bravo

9 DE AGOSTO DEL 2022

Evangelio según San Mateo capítulo 18 1 – 5. 10. 12 - 14

Martes de la Décimo Novena Semana del Tiempo Ordinario

En aquel momento los discípulos se acercaron a Jesús para preguntarle: "¿Quién es el más grande en el Reino de los Cielos?". Jesús llamó a un niño, lo puso en medio de ellos y dijo: "Les aseguro que si ustedes no cambian o no se hacen como niños, no entrarán en el Reino de los Cielos. Por lo tanto, el que se haga pequeño como este niño, será el más grande en el Reino de los Cielos. El que recibe a uno de estos pequeños en mi Nombre, me recibe a mí mismo. Cuídense de despreciar a cualquiera de estos pequeños, porque les aseguro que sus ángeles en el cielo están constantemente en presencia de mi Padre celestial." ¿Qué les parece? Si un hombre tiene cien ovejas, y una de ellas se pierde, ¿no deja los noventa y nueve restantes en la montaña, para ir a buscar la que se extravió? Y si llega a encontrarla, les aseguro que se alegrará más por ella que por las noventa y nueve que no se extraviaron. De la misma manera, el Padre que está en el cielo no quiere que se pierda ni uno solo de estos pequeños."

Meditación de Juan Francisco Bravo Collado

Si no se hacen como niños, no entrarán en el Reino de los Cielos

Jesús me dice: "Te aseguro que si no cambias o no te haces como niño, no entrarás en el Reino de los Cielos. Y eso significa hacerte pequeño. Significa que tú no te arreglas solo en el mundo. Que necesitas de alguien. Que estás disponible para recibir ayuda. Que tú no eres la fuente de tu propia salvación. Que, así como un niño necesita a los adultos, tú también necesitas de mí. Entonces conviértete en ese niño y deja que sea tu abandono y confianza lo que te vaya haciendo crecer y hacer grande."

Inicialmente este texto me confundió. ¿Me dice que debo ser como niño? ¡Perfecto! Pero ¿a qué atributo del 'ser niño' se refiere? Porque hay numerosos atributos de ser como niño. Es objetivamente confuso. Pero cuando sigo adelante en el texto veo que aquí Jesús habla de la pequeñez. De ser vulnerable. De estar disponible para ser salvado. Y veo, con vergüenza, que esa misma belicosidad con la que comencé la lectura es lo que me aleja de ser niño. Jesús me llama a vivir la infancia espiritual. Y yo quiero ser como un niño en los brazos de mi Padre.

Señor, muéstrame cómo vivir en el día a día con una actitud más acogedora hacia mis propias dimensiones vulnerables. Haz que mi miedo a no ser capaz de batírmelas por mis propios miedos se vaya transformando en una profunda confianza en ti. Regálame una sólida fe práctica en la divina providencia. Y que pueda rezar verdaderamente la oración del confío. Te ofrezco que estaré atento a todas las veces que me aferro a algo por miedo a no tener control y que, cada vez que me dé cuenta de que está pasando eso, voy a rezar la oración de Confío.

AMÉN

Comentarios
Nombre:   Procedencia:
Comentario:
Código de seguridad:   captcha
Caracteres restantes: 1000