Evangelio lunes 16 de octubre

Lunes 16 de octubre de 2023 | Bernardita Marín Paul

16 de octubre de 2023

Evangelio según Lucas 11, 29-32

Lunes de la vigésima octava semana del Tiempo Ordinario

En aquel tiempo, la multitud se apiñaba alrededor de Jesús y este comenzó a decirles: "La gente de este tiempo es una gente perversa. Pide una señal, pero no se le dará más señal que la de Jonás. Pues así como Jonás fue una señal para los habitantes de Nínive, lo mismo será el Hijo del hombre para la gente de este tiempo. Cuando sean juzgados los hombres de este tiempo, la reina del sur se levantará el día del juicio para condenarlos, porque ella vino desde los últimos rincones de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón, y aquí hay uno que es más que Salomón. Cuando sea juzgada la gente de este tiempo, los hombres de Nínive se levantarán el día del juicio para condenarla, porque ellos se convirtieron con la predicación de Jonás, y aquí hay uno que es más que Jonás''.

Meditación de Bernardita Marín Paúl

"Pide una señal, pero no se le dará más señal que la de Jonás."

Creo que el Señor me quiere decir; te he dado muchas señales de amor, de protección, a ti, a los que te rodean, por qué tanta resistencia a seguirme. Es tanta la inseguridad, que buscan en diversas fuentes, energia, mantras, otros dioses. Cuando yo les prometí darles del agua viva. Falsa sabiduría, que algunos encarnan y viven sin saberlo, en una desprotección total. Ámense verdaderamente, ¿cómo no amar a quien más te ama? Los escudos egocéntricos que has fabricado para tu proteccion, son limitados, como es tu humanidad y no te permiten ver mi atmósfera divina que te cubre. No pierdas más el tiempo, confía en Mí y víveme.

Como ser humano olvido constantemente mi origen divino, mi creación por amor, el respeto amoroso de mi Señor, que me acompaña en el día a día, que suaviza la vida y me regala su amor a través del amor de muchos. Ver el actuar de Dios en mi vida es quererme, y reconocerme profundamente amada. No son mis logros, es Dios, que se muestra y me busca constantemente. No me pide nada a cambio, solo reconocerlo, eso basta para prender la luz que iluminará mi vida.

Señor mi Dios lléname de Ti, de tu amor, quiero dejar mi ego, para reconocer tu mirada, tu actuar permanente en el diario vivir. Permíteme apaciguar mi espíritu confuso y esclarecer tu presencia viva en la vida de mi familia, de mis amigas y de este país. Abre mis ojos a tu presencia de amor, que no sea yo, sino Tú que sabes amar a todos sin distinción. Vivir la vida divina que me rodea, es un descubrimiento constante, que me alegra el corazón. Que así sea.

AMÉN

 

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