Evangelio miércoles 28 de febrero

Miércoles 28 de febrero de 2024 | Osvaldo Andrés Iturriaga

28 de febrero de 2024

Evangelio según Mateo 20, 17-28

Segundo miércoles de Cuaresma

En aquel tiempo, subiendo Jesús a Jerusalén, tomando aparte a los Doce, les dijo por el camino: «Mirad, estamos subiendo a Jerusalén, y el Hijo del hombre va a ser entregado a los sumos sacerdotes y a los escribas, y lo condenarán a muerte y lo entregarán a los gentiles, para que se burlen de él, lo azoten y lo crucifiquen; y al tercer día resucitará». Entonces se le acercó la madre de los hijos de Zebedeo con sus hijos y se postró para hacerle una petición. Él le preguntó: «¿Qué deseas?». Ella contestó: «Ordena que estos dos hijos míos se sienten en tu reino, uno a tu derecha y el otro a tu izquierda». Pero Jesús replicó: «No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber el cáliz que yo he de beber?». Contestaron: «Podemos». Él les dijo: «Mi cáliz lo beberéis; pero sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo, es para aquellos para quienes lo tiene reservado mi Padre». Los otros diez, al oír aquello, se indignaron contra los dos hermanos. Y llamándolos, Jesús les dijo: «Sabéis que los jefes de los pueblos los tiranizan y que los grandes los oprimen. No será así entre vosotros: el que quiera ser grande entre vosotros, que sea vuestro servidor, y el que quiera ser primero entre vosotros, que sea vuestro esclavo. Igual que el Hijo del hombre no ha venido a ser servido sino a servir y a dar su vida en rescate por muchos».

Meditación de Osvaldo Iturriaga Berríos

"El que quiera ser primero entre vosotros, que sea vuestro esclavo"

Siento como si el Señor me dijera "deja esa búsqueda constante que te deja siempre vacío, y busca en cambio servir a Dios a través del servicio a otros. Tus talentos, tus capacidades, tus dones, tu educación, tu familia y tu fe te han sido dados no para tu beneficio personal, sino para ponerlas a disposición de otros. Búscame entonces en la humildad de lo que no se ve o que no te da reconocimiento ante los demás, poniéndote por debajo de otros y a su servicio, para que ellos se eleven. Solo eso te llenará y te dará valor a los ojos de Dios".

"Los últimos serán los primeros" es una de las frases que más repetimos del Evangelio, casi como un refrán, y tal vez de tanto repetirla y escucharla la hemos privado de todo su significado. Lo que propone Jesús es tan radicalmente opuesto a cómo solemos obrar o pensar, vivimos nuestra vida pensando en "subir de nivel", ya sea en lo laboral, económico, social; en defender nuestros propios intereses, y Jesús nos dice: no. Lo que espero de ti no es que te pongas por encima de otros, sino que seas como un servidor para ellos. No esperar primero tu beneficio, sino el de tu prójimo.

Señor, creo en Ti, creo que tu mensaje es de salvación y de felicidad, que el camino que me muestras es de plenitud y no de masoquismo. Pero soy muy débil, estoy demasiado apegado a mis viejas costumbres y a mis seguridades; aunque sé que no me llenan y que son pasajeras, me cuesta mucho cambiarlas y tomar la decisión firme de seguirte y vivir según tus mandamientos. Ayúdame a encontrarte en la profundidad de lo simple, en el amor sencillo. Ayúdame a aferrarme a Ti, y en tus fuerzas poder convertir mi corazón; por tu gracia ser capaz de tratar a cada persona como la tratarías Tú, sobre todo a quienes desde mi orgullo siento que no lo merecen.

AMÉN

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